Hay sustancias que matan y decisiones groseras. Las personas encargadas de dirigirnos y de protegernos parece que no tienen en cuenta la importancia de la salud física y mental de los ciudadanos a los que representan, a la vez que se olvidan de una de sus funciones principales, garantizar una convivencia saludable y enriquecedora entre la población.
El habitáculo utilizado para realizar nuestros desplazamientos, a través del cual se producen innumerables accidentes con consecuencias fatales, provocados en un alto porcentaje por la influencia de las sustancias estupefacientes o psicotrópicas sobre el organismo de sus usuarios, ha sido declarado “espacio protegido para la humanidad”, con el fin de que se pueda hacer en su interior lo que se considere oportuno, es el nuevo lugar sin ley, añorado por muchos rebeldes sin causa desde épocas remotas.
Los directores de orquesta del coro llamado España han “parido” una instrucción cuya característica principal es tener un fondo y una forma anárquicos, nos dicen que los humos con olor a plantas de la risa, a mí no me produce ninguna, se deben concentrar preferiblemente dentro de los vehículos estacionados, de ese modo la salud de las personas sufrirá un grave deterioro, pero conseguiremos tener espacios abiertos saludables, únicamente contaminados con los humos expulsados por el señor Falcon, un pájaro mecánico que transporta a un pájaro humano.
Los que dicen ser servidores públicos tienen la amabilidad de enviar un mensaje claro y educativo a nuestros jóvenes: “Tranquilos chicos, fumar porros no es tan malo como os dicen en clase, eso sí, debéis consumirlos dentro del coche de papá o de mamá, quitadles las llaves con sumo cuidado cuando estén ocupados y os vais a pasar una fantástica tarde al interior del auto que están pagando a plazos, allí os podréis reír de todos los que veis pasar a través de la ventana, incluyendo al policía que os cae fatal por el simple hecho de realizar su trabajo, no considerado de riesgo, de manera correcta y profesional. Después de vuestra dosis de ingesta de sustancias mágicas, vuestro cerebro os impulsará a daros una emocionante vuelta sobre ruedas por la ciudad con la música a todo volumen, viviréis una experiencia inolvidable, gentileza de vuestros generosos y responsables gobernantes”.
No frivolicen con determinadas situaciones, menos aún con la salud de los seres humanos. La depresión, la dependencia, la violencia y el crimen se alimentan de la cocaína, de la heroína, del MDMA o del hachís, entre otros ingredientes. No ocasionen espacios de vacío legal como estrategia para complacer a los que les sostienen en el poder y que a su vez carecen de toda sensibilidad y preparación para poder dirigir una nación, eso es una cobardía. Hagan políticas que protejan al pueblo, votantes o no votantes, no sirve de nada hacer campañas contra el consumo de drogas y después adoptar estas decisiones temerarias, son una incongruencia, como tampoco sirve hacer campañas para erradicar la lacra de la violencia doméstica y no ser firme y eficaz en diseñar herramientas legales orientadas a evitar el consumo de narcóticos. Lamentablemente, muchos problemas o enfrentamientos hogareños son impulsados por esta causa, ustedes no lo saben, porque viven en el limbo y su objetivo fundamental es mantener el sillón que obtuvieron sin la aplicación de la meritocracia, están batiendo todos los récords de adulteraciones del sistema y destrozando todo el tejido moral de la vida pública.
Reitero que tienen la obligación de hacer políticas a favor de la salud colectiva, tengan claro que no van a vulnerar ningún derecho fundamental por no facilitar el consumo de sustancias nocivas y sin embargo, las familias, las madres y los padres que están destrozados, que sufren de insomnio por esta lacra se lo van a agradecer. No estoy construyendo un relato dramático e interesado para obtener notoriedad, para eso ya están ustedes y existen otros canales, pero tengo el convencimiento de que la relación con las sustancias tóxicas es destructiva para las personas de derechas, de centro y de izquierdas. No todo vale, me produce gran preocupación la deriva moral de este gran país, se han rebasado límites que nunca hubiéramos imaginado, todo ello motivado por sus intereses personales y partidistas.
Tengan cuidado con su falsa permisividad, no vaya a ser que algún día tengan que asistir a terapia con alguno de sus hijos o hijas para que puedan rehabilitarse de alguna adicción, no se lo deseo en absoluto, pero sería un punto de inflexión en sus vidas y empezarían a descubrir la realidad. El ser humano necesita protección, responsabilidad, congruencia y preparación de sus gobernantes, quizá sea mucho pedir para quién su principal cometido diario es maquillar su mediocridad, pero al menos, agradeceríamos su esfuerzo para evitar llenar las calles de fumaderos móviles.
«Recuerda que el éxito es intentarlo»
@elcaminoderapeni Raúl Pérez Nieto